Pintura expandida

30 noviembre 2014

298 palabras

 

 

Si tuviéramos que clasificar la historia de la pintura de una forma reduccionista y lineal quizás serian tres los grandes cajones con los que nos toparíamos; pintura narrativa, pintura autorreferencial y pintura expandida. Este último de los términos y último en la línea de sucesión es el que se cuela hoy en nuestros días con más fuerza para dar forma al devenir de una nueva pintura. Una pintura que lejos de contarnos otras historias o hablarnos de si misma, se preocupa ahora , conscientemente de ello, de su mutación e hibridación con otras disciplinas, sin complejos e incluso alardeando de ello, lejos de manifestaciones pasadas que ante todo tenían clara su naturaleza infranqueable.

 

Tal es el caso que, hoy puede ser pintura aquello que no ha sido pintado con materiales tradicionales a los que estábamos acostumbrados como fueran óleos y acuarela, tierras o telas, o que ni si quiera ha sido pintado. De ahí que podamos decir, utilizando el concepto de “campo expandido” -bautizado por Rosalind Krauss para hablar de la escultura- que la pintura de hoy es capaz de salirse de las pautas establecidas que la obligaban a formar parte de un determinado soporte y espacio y ser realizada por unos materiales determinados, siendo hoy elástica en si misma y rompiendo limites sin abandonar su condición.

 

Hoy la pintura salta y se metamorfosea en esculturas, instalaciones, fotografías y vídeos para encontrar en ellos nuevas formas de lo pictórico. Nuevas formas de pintura. Nuevas condiciones que, más allá de los materiales y soportes, nos hablan también de nuevas posibilidades de cómo acometer el acto de pintar. Por lo que hoy la pintura, en esta su expansión, puede ser un conjunto heterogéneo de tradiciones muy diversas pero dialogantes, donde solo el propio termino “pintura” se mantiene inamovible e inmortal.